Fractura por estrés en deportistas: tratamiento y prevención para seguir en movimiento

Si realizas actividad física regularmente o practicas deporte de manera competitiva, este artículo te interesa. Las fracturas por estrés en deportistas son más comunes de lo que se cree y suelen aparecer cuando el cuerpo, agotado por la repetición y la sobrecarga, pide descanso a gritos. Hoy te contaré qué es una fractura por estrés, cómo reconocerla, cuál es su tratamiento más eficaz y, sobre todo, cómo prevenirla para que sigas disfrutando del deporte sin interrupciones.

¿Qué son las fracturas por estrés?

Las fracturas por estrés o fracturas por fatiga son pequeñas fisuras en el hueso que se producen por una sobrecarga repetitiva. A diferencia de una fractura aguda, que ocurre tras un golpe fuerte o caída, la fractura por estrés se desarrolla gradualmente cuando los huesos no tienen tiempo suficiente para repararse entre sesiones de entrenamiento.

En términos simples, el hueso se debilita porque el estímulo de carga excede su capacidad de regeneración. Esto es común en deportistas que corren, saltan o realizan entrenamientos intensos sin períodos adecuados de descanso. Las zonas más afectadas suelen ser la tibia, el metatarso, el peroné y el fémur.

¿Por qué se producen las fracturas por estrés en deportistas?

Las causas de las fracturas por estrés en deportistas son multifactoriales. Uno de los factores principales es el aumento brusco en la intensidad o volumen de entrenamiento. Cuando un atleta incrementa sus kilómetros de carrera, peso en gimnasio o frecuencia de entrenamiento sin un proceso progresivo, los huesos no logran adaptarse al nuevo nivel de exigencia.

Otros factores que contribuyen incluyen el uso de calzado inadecuado, superficies duras, déficit de vitamina D o calcio, y alteraciones biomecánicas (como la pronación excesiva del pie). En mujeres, la llamada tríada de la atleta femenina, bajo peso, amenorrea y desmineralización ósea, también eleva significativamente el riesgo.

¿Cuáles son las fracturas por estrés más frecuentes en deportistas?

Existen varios tipos de fracturas por estrés dependiendo de la zona del cuerpo afectada. En corredores, las más comunes se dan en la tibia y en los metatarsianos (los huesos del pie). En deportistas de salto o danza, suelen presentarse en el fémur, pelvis o sacro.

A continuación, te muestro una tabla con las zonas más afectadas según el tipo de deporte:

Signos y síntomas de una fractura por estrés en deportistas

El síntoma más característico es el dolor localizado que aparece al entrenar y desaparece con el reposo. Sin embargo, con el tiempo, el dolor puede persistir incluso en reposo. Muchos deportistas lo confunden con una molestia muscular o periostitis, retrasando el diagnóstico.

Otros signos incluyen inflamación leve, sensibilidad al tacto sobre el hueso afectado y dificultad para apoyar el peso corporal. En casos más avanzados, puede notarse un pequeño edema o aumento de temperatura local. Ante cualquier sospecha, es fundamental consultar con un médico deportólogo para realizar estudios de imagen como resonancia magnética o gammagrafía ósea.

Si presentas alguno de estos síntomas o molestias al caminar, no los ignores. Podría tratarse de una fractura por estrés y es importante realizar una valoración médica profesional.

¿En qué consiste el tratamiento de una fractura por estrés?

El tratamiento de una fractura por estrés depende del grado de lesión y de la localización. En la mayoría de los casos, no se requiere cirugía, pero sí un reposo deportivo de entre 4 y 8 semanas, acompañado de fisioterapia y tratamiento de soporte nutricional.

Durante esta etapa, recomiendo sustituir la actividad de impacto por ejercicios de bajo impacto como natación o ciclismo. También puede ser necesario el uso de una bota ortopédica o muletas para reducir la carga sobre el hueso afectado. En casos severos, o cuando hay fracturas en zonas de alto riesgo (como el cuello femoral), puede requerirse una intervención quirúrgica.

¿Cómo tratamos las fracturas por estrés en deportistas en la Clínica de Lesiones Deportivas?

En nuestra clínica, abordamos cada fractura por estrés con un enfoque integral. Combinamos diagnóstico por imagen avanzada, fisioterapia especializada, y un plan de reentrenamiento progresivo diseñado según el tipo de deporte y el nivel competitivo del paciente.

Además, trabajamos junto a nutricionistas deportivos para optimizar la salud ósea mediante una alimentación adecuada y suplementación si es necesario. Nuestro objetivo es no solo lograr la curación completa, sino también reducir el riesgo de recaída, algo común cuando los deportistas retoman la actividad antes de tiempo.

Cómo prevenir una fractura por estrés

La prevención de las fracturas por estrés se basa en tres pilares fundamentales: progresión adecuada del entrenamiento, nutrición equilibrada y descanso suficiente. Es vital escuchar al cuerpo y reconocer los signos de fatiga.

Usar calzado adecuado, variar las superficies de entrenamiento y realizar fortalecimiento muscular también son estrategias eficaces. En mujeres deportistas, mantener un balance hormonal saludable es clave para preservar la densidad ósea y evitar lesiones.

¿Qué puede suceder si no tratamos la fractura por estrés de forma adecuada?

Ignorar o minimizar una fractura por estrés puede tener consecuencias graves. Si no se respeta el tratamiento, la fisura puede convertirse en una fractura completa, aumentando el riesgo de cirugía y alargando el tiempo de recuperación.

Además, continuar entrenando con dolor puede alterar la biomecánica del movimiento, generando compensaciones musculares que predisponen a otras lesiones. Tratar a tiempo una fractura por estrés es invertir en la salud y longevidad deportiva.

Preguntas frecuentes sobre las fracturas por estrés